Biopolímeros: un problema de los rellenos con fines cosméticos

Muchas personas se aplican diferentes sustancias por medio de agujas debajo de su piel, con el fin de cambiar la apariencia corporal por los efectos del envejecimiento, cambios generados por la genética o alteraciones producidas por algunas enfermedades.  

Algunos de estos productos generan efectos inmediatos al mejorar el contorno de algunas partes del cuerpo, sin embargo, el organismo puede reconocer estas sustancias como elementos que no pertenecen a nuestro cuerpo o que no son biológicamente compatibles y generan una reacción inflamatoria que puede ser desde mínima hasta severa. Cuando esto ocurre se produce la enfermedad alogenosis iatrogénica o reacción a cuerpo extraño, también conocida como enfermedad por biopolímeros.

Esta condición es común, ya que muchas personas se someten a este tipo de tratamiento con el fin de lucir mejor. Todos hemos conocido a alguien que ha sido afectado por esta enfermedad, bien sea de forma leve o severa.

La inflamación y la reacción a un cuerpo extraño se produce por sustancias que son reconocidas por nuestro cuerpo como ajenas, que en ocasiones se acompaña de infección, esta se puede presentar inmediatamente después de la aplicación o por el contrario, pasados meses o años, debido a gérmenes de crecimiento lento como las micobacterias.

La gran mayoría de pacientes que se aplican sustancias de relleno no tienen ninguna sintomatología, sin embargo, un grupo pequeño de pacientes inician con síntomas como dolor, enrojecimiento o molestias en la zona de aplicación del relleno. Algunos se acompañan de exudado, secreción o pus en la zona afectada. Cuando la inflamación es severa se produce deformidad con gran rubor e hinchazón.

Los pacientes que tienen síntomas leves o mínimos en general no requieren ningún tratamiento, por otro lado, quienes atraviesan procesos infecciosos asociados requieren estudio de la secreción y los tejidos en el laboratorio de microbiología para determinar los gérmenes que han invadido el tejido y poder realizar un tratamiento antimicrobiano dirigido. No es adecuada la autoprescripción de antibióticos o la formulación de estos sin identificar claramente los gérmenes involucrados.

Cuando los síntomas se acompañan de gran inflamación, dolor y deformidad se requiere la valoración por especialistas, como medicina interna o reumatología, con el fin de controlar la inflamación local o sistémica generada por este cuerpo extraño, por medio de diferentes medicamentos antiinflamatorios y una revisión exhaustiva si hay infección antimicrobiana.

El tratamiento quirúrgico se emplea para realizar lavados, desbridamiento o higiene en la zona afectada y tomar muestras de las secreciones y tejidos cuando se sospecha infección. En algunos casos es posible realizar la extracción parcial de las sustancias inyectadas, por medio de cirugía realizando incisiones quirúrgicas en la zona afectada o por medio de cánulas de succión en ocasiones asistidos por ultrasonido u otras fuentes de energía. Desafortunadamente, estas sustancias se difunden por los tejidos y en la mayoría de los casos es imposible resecar el 100 % de la sustancia inyectada. En algunos casos severos con destrucción de los tejidos por la inflamación e infección, se requiere desbridamiento o retiro de todos los tejidos afectados, que por desgracia puede ser toda la glándula mamaria, los glúteos o subunidades de la cara. Esto genera una deformidad severa en el cuerpo y requiere procesos reconstructivos, como los empleados para reconstruir el seno luego del cáncer con transferencia de tejidos de diferentes partes del cuerpo.

La medida más importante para prevenir esta enfermedad es verificar que el producto que se va a inyectar sea aplicado por un experto: un médico o un especialista. Además, que el producto sea biocompatible; es decir, que no genere reacciones de cuerpo extraño. Igualmente, que sea estéril y aplicado con técnicas que disminuyan los riesgos de infección en el momento de la aplicación. Existen múltiples productos bio compatibles y seguros como el ácido hialurónico y la grasa autóloga.

Siempre verifique que sea un profesional quien aplique el relleno y que el producto esté aprobado por diferentes estudios médicos y por el Invima en Colombia.

En caso de haberse aplicado sustancias de relleno que estén generando síntomas, puede solicitar una cita ambulatoria por cirugía plástica con el fin de evaluar la posibilidad de resección parcial de estos rellenos

La enfermedad por biopolímeros no tiene cura, el tratamiento es según los síntomas: en caso de infección se requiere tratar la misma y cuando hay inflamación se necesitan antiinflamatorios. Si hay destrucción de los tejidos se requiere reconstrucción en cirugía. Finalmente, el retiro de los biopolímeros en cirugía es limitado por la difusión que estos hacen en los tejidos.

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